Nueva escalada de violencia en el conflicto Palestina-Israel
Publicado: 12 de mayo del 2021
Escrito por: Sergio Romero Miraval
Jerusalén ha sido escenario de varios días de protestas y disturbios, ello en una nueva escalada de violencia entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes. Como resultado, hay centenares de heridos y decenas de personas fallecidas. La escalada de violencia, ahora, debido a sus múltiples dimensiones y potencia de fuego en varios frentes, ha convertido la situación en una mucho peor que la del 2014, en la que se registraron poco más de 2000 fallecidos en menos de 2 meses. En el presente artículo, mostraremos algunos puntos principales para entender la escalada de violencia y cómo ha reaccionado la comunidad internacional frente a todo lo sucedido.
En el marco del trato diferencial que la legislación de Israel brinda a los palestinos, los asentamiento judíos han crecido de manera sostenida en Cisjordania con el pasar de los años. Cabe mencionar que para la comunidad internacional, incluyendo a las Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia, estos asentamientos son ilegales y dicho tema ha sido uno de los puntos no transables entre israelíes y palestinos, y ha hecho caer diversas rondas de negociaciones de paz (BBC, 2019). En este contexto, la tensión vivida en las calles debido a marchas por parte de grupos de extrema derecha judía se trasladó al barrio de Sheikh Jarrah. Sumado a ello, los grupos de judíos ultraortodoxos y fundamentalistas se unieron a la extrema derecha de organizaciones como Lehava para manifestar proclamas contra los árabes. Asimismo, los ataques de grupos judíos contra palestinos se dieron en pleno mes del Ramadán y se llegó hasta la decisión de limitar el acceso de los palestinos a la sagrada mezquita de Al-Aqsa.
La tensión generada en Sheihk Jarrah se debió a un polémico fallo judicial. Dicho fallo facultaba dejar sin hogar a más de 30 familias palestinas, ello amparado en el derecho histórico, por parte de Israel, previo a 1948. El desalojo de estas familias se estaría dando con el fin de abrir paso a la construcción de un asentamiento israelí, lo cual exacerbó más las tensiones que ya existían. Las manifestaciones ocurren también luego de una semana de continuos asaltos contra establecimientos árabes en el centro de Jerusalén, esto como respuesta a vídeos subidos por palestinos donde asaltaban a judíos en el centro de la ciudad. Estos sucesos se daban hacia finales del mes de abril y algunas facciones palestinas advertían a Israel con “cruzar las líneas rojas” y que no se quedarían “callados ante la brutal agresión sionista”. Según el ejército de Israel, el 24 de abril Hamás respondía con un total de 36 cohetes desde Gaza contra Israel, y como respuesta Israel atacaba el norte de Gaza. El 25 de abril, Hamás llamaba a las milicias palestinas de Gaza a que estén preparadas para “disparar a Israel”; como respuesta, el gabinete de seguridad isarelí autorizaba al Primer Ministro Netanyahu y al Ministro de Defensa a realizar una respuesta militar enérgica contra Hamás, y se comenzaba a desalojar a los palestinos de la Puerta de Damasco en Jerusalén.
Los enfrentamientos de hace algunos días tuvieron lugar fuera de la mezquita Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Los palestinos arrojaron piedras a las fuerzas policiales de Israel, y se respondió con balas de goma y gases lacrimógenos, dejando más de 300 palestinos heridos y una veintena de agentes heridos también. La fuerza policial de Israel indicó que miles de palestinos se habían atrincherado en el lugar con piedras y cócteles molotov en anticipación de un enfrentamiento durante una marcha judía planeada para conmemorar el Día de Jerusalén. La llamada Marcha de la Bandera conmemora la captura de la parte oriental de Jerusalén por parte de Israel en 1967, durante la Guerra de los Seis Días. En dicho territorio -Jerusalén Oriental- se asienta la ciudad vieja, donde se ubican algunos de los lugares religiosos más sagrados del mundo (BBC, 2021). Algunos de estos lugares son: la Cúpula de la Roa, la propia mezquita de Al-Aqsa de los musulmanes, el Monte del Templo, el Muro de las Lamentaciones de los judíos y el Santo Sepulcro de la religión cristiana. El destino de Jerusalén Oriental está en el centro del conflicto palestino-isarelí, debido a que ambas parte reclaman derecho sobre el territorio. Mientras Israel considera a toda la ciudad como su capital, los palestino reclaman a Jerusalén Este como la futura capital de un Estado independiente. Con todo ello, podemos entender de manera general la complejidad de la situación y el por qué es muy plausible una escalada de violencia.
En las semanas previas a la escalada de violencia del 10 de mayo, en la mezquita Al-Aqsa las tensiones aumentaron entre judíos y palestinos por diversos temas. En primer lugar, hubo enfrentamiento entre israelíes y palestino alrededor de la Ciudad Vieja, en el que algunos palestino atacaron judíos ortodoxos y un grupo de supremacía judía organizacó una marcha bajo la consigna de “Muerte a lo árabes”. Asimismo, los palestinos recrudecieron las protestas debido a que la policía les prohibiera reunirse en una de las plazas preferidas cerca de la Ciudad Vieja en el marco del mes santo del Ramadán (The New York Time, 2021). Dichos enfrentamientos se dieron en un contexto de cierta inestabilidad política en Israel. El gobierno israelí, luego de cuatro elecciones no concluyentes en los últimos dos años, se encuentra en un “limbo político”, sumado a que complica el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (Mahmud Abás) pospuso por tiempo indefinido las elecciones legislativas de Palestina.
La respuesta del gobierno israelí ha sido muy diversa. Ha declarado el estado de emergencia en Lod, ciudad al sureste de Tel Aviv, declarando que la ciudad está “al borde de una guerra civil”. En ese contexto, el gobierno israelí anunció el despliegue de unidades fronterizas para recuperar el control de la ciudad, las fuerzas de seguridad israelíes han realizado redadas en Jerusalén y en varias localidades de Cisjordania. No obstante, los disturbios han continuado y los ataques contra locales árabe-israelíes no han cesado. En una mayor escalada de violencia, al menos 24 palestinos -entre ellos nueve niños- han fallecidos el 10 de mayo en la Franja de Gaza tras los bombardeos israelíes en represalia por el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás. Por su parte, el Ejército isarelí reconoció que lanzó ataques aéreos en represalia hacia Gaza, aunque aseguró que se trató de una “operación selectiva contra blancos del movimiento isalmista” y que no puede “asegurar que todas las muertes fueran producto de dichos ataques” (France 24, 2021)
Respecto a la reacción de la comunidad internacional, esta ha sido diversa. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinke, instó que tanto Israel como los palestinos reduzcan las tensiones y los enfrentamientos en Jerusalén. Asimismo, pidió a Hamás suspender los lanzamiento de cohetes contra el territorio isarelí. El ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Syman Safadi, que antes firmó un tratado de paz con Israel y mantiene un papel en la custodia del templo de Al-Aqsa, informó que el enfoque de su nación es asegurar que “la escalada de violencia se detenga”, por lo cual “todas las medidas ilegales y provocadoras contra los pueblos de Sheikh Jarrah deben detenerse”. De otro lado, China le ha pedido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que tome medidas para aliviar las tensiones actuales entre Palestina e Israel. En la misma línea, Rusia ha condenado las acciones de violencia perpetradas contro los civiles en Israel y Palestino, subrayando además que son “ilegelaes y sin valor los intentos de Israel de cambiar el carácter geográfico, demográfico e histórico de la ciudad santa de Jerusalén (Sputnik, 2021).
Los ataques sobre Tel Aviv y las ráfagas de cientos de cohetes sobre las ciudades del centro y el oeste de Israel tomaban cierta “habitualidad”, similar a los ataques contra infraestructuras en Gaza y los objetivos militares de Hamás. La situación entre palestinos e israelíes había cambiado sustancialmente en la última década, pero las condiciones para una escalada de violencia estaban ahí. Existen muchos factores que condicionan un escenario bélico intenso o no: la estrategia isarelí era asediar Gaza y neutralizar a los grupos palestinos, mientras que desde el lado palestino la clave era desestabilizar Israel y no sufrir una presión de parte de actores regionales como Egipto, Jordania o Turquía. Asimismo, la Hezbollah libanesa, yemení, siria e iraquí se han mostrado a favor de unirse a la batalla cuando se reclamen esto desde Gaza, por lo que quién gobierne Irán también será de gran relevancia para la revitalización del “Eje de la Resistencia” (una alianza antiestadounidense y antiisraelí). En cualquier caso, los siguientes días serán cruciales para determinar si los actores involucrados están dispuestos a ceder (cesar las ráfagas de cohetes y empezar a negociar) o llevar la situación a un escenario mucho peor que el de años pasados, en el que son los civiles quienes se ven más desprotegidos.
Referencias
Rusia condena la violencia contra civiles en Israel y Palestina (12 de mayo de 2021). Sputniknews https://mundo.sputniknews.com/20210512/rusia-condena-la-violencia-contra-civiles-en-israel-y-palestina-1112115280.html
Rick Gladstone (11 de mayo de 2021). Conflicto israelí-palestino: 3 claves para entender la escalada de violencia en Jerusalén y Gaza. The New York Times
Yurany Arciniegas (11 de mayo de 2021). Al menos 24 palestinos y dos israelíes mueren tras violenta escalada en la Franja de Gaza.France24
BBC News Mundo (10 mayo 2021). Conflicto israelí-palestino: 3 claves para entender la escalada de violencia en Jerusalén y Gaza. BBC
BBC News Mundo (19 noviembre 2019). Asentamientos judíos en Cisjordania: por qué miles de israelíes viven en territorios palestinos y otras claves para entender la disputa entre ellos. BBC
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